La costa vasca merece ser recorrida de punta a punta y ya sabéis que somos unas aficionadas al camping así que a la mínima que hemos podido hemos aprovechado para montar la tienda y disfrutar del relax que nos proporciona esta forma de viajar. Así pues, esta vez le ha tocado al País Vasco.
Bañado por el Cantábrico, tiene un litoral envidiable. Acantilados de intensos verdes con playas rocosas y salvajes han conseguido enamorarnos por completo.
Vale, lo admitimos, su gastronomía también nos ha conquistado. Porque cómo se come en esta región, ¡madre mía!
Al lío, aquí os vamos a dejar los lugares que visitamos en los tres días que estuvimos por tierras vascas.
DEBA
El campamento base para ver la costa vasca lo montamos en un camping a tiro de piedra de Deba, cuyo centro histórico es idóneo para tomar algo y descansar.
Además, cuenta con la playa de Santiago en la que, dada su extensión, podréis plantar el culo con cero agobios.
En cuanto a monumentos o edificios emblemáticos se encuentra la iglesia de Santa María de Deba. Y para los fans de la arqueología está la cueva de Ekain con unas pinturas que la convierten en uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Cantábrico.
ZUMAIA
¿Qué tienen en común Ocho apellidos vascos y Juego de Tronos? Básicamente dónde se rodaron. Y ahí entra en juego Zumaia con su Ermita de San Telmo para la comedia española y el Flysch para la superproducción de moda.
Zumaia cuenta con dos playas de las cuales se habla muy bien y es que parece ser que tienen alto contenido en yodo lo que las hace super buenas para la salud.
La playa de Itzurun la encontramos debajo de la Ermita de San Telmo (patrón de los marineros) y la playa de Santiago en un pequeño arenal.
Su casco antiguo no tiene desperdicio con la parroquia de San Pedro Apóstol como punto clave y edificios como el Palacio de Foronda o el Convento de San José en los alrededores.
Para que luego no digáis que no os hemos avisado:
- Es todo, pero todo, zona azul para aparcar. Bueno hay dos parkings gratuitos, pero el resto es para residentes o zona azul.
- Hay cuestas importantes para llegar a la Ermita de San Telmo. Eso sí, las vistas son muy bonitas.
PERDIDAS
Esto no es un pueblo ni una ciudad. Se trata de un estado muy habitual en nuestros viajes. Vamos que no tenemos ni idea de dónde c*** estamos. Suele producirse por dos razones:
- No pienso en dónde nos estoy metiendo.
- Elena lleva diez años preguntándose por qué me sigue haciendo caso cuando elijo caminos sospechosos.
Pero, generalmente, es en este estado cuando se encuentran lugares preciosos, poco turísticos y que no salen en las guías o en otros blogs. Bien, esta vez no fue así.
Si bien es cierto que estábamos solas (ahí tenemos el punto de poco turístico), también os aseguramos que no nos hemos enfrentado a unas cuestas tan jod**** en la vida. Cuatro km, pensaréis que tampoco es para tanto…ja! Fueron cuatro km con una solaina de aúpa por un caminejo (no alcanzaba la categoría de camino) con una pendiente del 80%. Bueno, tal vez un poco menos pero ya nos entendéis.
El resultado fue bonito, sí, unas vistas muy chulas de la ruta del Flysch pero habíamos dejado el alma por el camino así que tampoco es que las disfrutáramos mucho.
Y aquí es cuando entra el factor Nuria. Os explico: íbamos por un camino, llegamos a una bifurcación y ya os podéis imaginar qué camino elegí. Pues sí, el caminejo agotador. ¿Y la otra opción? Está claro: un camino normal que nos llevaba a un mirador.
SAN SEBASTIÁN
Bonita a rabiar, con una playa preciosa y una oferta gastronómica brutal (aunque un poco cara) podemos afirmar que San Sebastián mola y que es imprescindible si pensáis hacer una ruta por la costa vasca.
Fuimos un bonito día soleado y … abarrotado. Resulta que no nos informamos y al llegar había una cantidad de gente increíble. Bandas por las calles y atuendos fiesteros nos trataban de decir algo pero no sabíamos el qué ya que las fiestas teníamos claro que no eran.
Cuando llegamos a la bahía vimos un montón de traineras dándolo todo mientras alguien por megafonía narraba la carrera. Así es, fuimos el día que celebraban la Regatas de la Bandera de la Concha, por lo que el ambiente estaba más que asegurado.
¿Qué pasa? Que a nosotras los bares y calles abarrotadas no nos van mucho y a Isis mucho menos por lo que buscamos los lugares más tranquilos de la ciudad.
Dimos un paseo rodeando el monte Urgull hasta que llegamos al puerto. La Regata había terminado y la cantidad de basura en el suelo era abrumadora. Con lo fácil que es tirar tus residuos a la papelera en vez de al suelo. En fin, es algo que no entendemos.
De ahí pusimos rumbo a la otra punta en la que la San Sebastián acaba y el mar toma el poder: el Peine del Viento. Este lugar está formado por tres esculturas (de 9 toneladas cada una) del escultor Eduardo Chillida.
Digo 3 pero en realidad son 23, solo que aquí están situadas las que forman el Peine del Viento. Las otras las podemos encontrar en museos de Madrid, París o Hernani.
Desde este punto lo ideal es subir al monte Igeldo en el que además de unas vistas increíbles también encontramos un parque de atracciones.
SAN JUAN DE GAZTELUGATXE
También conocido como Rocadragón (sí, aquí también se rodó Juego de Tronos). Para llegar a la ermita hay que pelearse para conseguir sitio y aparcar.
Hay dos microparkings en los que resulta muy difícil pillar sitio. Pero una vez lo consigues toca lo bonito. Cientos y cientos de escaleras que te llevan a la ermita en las que las vistas deben ser preciosas.
Digo “deben” porque así lo imaginamos ya que no subimos. ¿Por qué? Porque para llegar a las escaleras hay que pasar por un camino (no caminejo, éste tiene hasta barandilla a un lado) empedrado que te lleva a las famosas escaleras.
Os aseguro que no es que seamos unas vagas. De verdad que no. Pero el sol según la hora del día o recarga las pilas o las agota en un santiamén. Y el camino es cuesta abajo todo el rato lo que significa que la vuelta es cuesta arriba todo el rato. Y esto a la una de la tarde es una irresponsabilidad.
Así que como personas responsables que somos (no vagas) llegamos hasta los pies de las escaleras y media vuelta que nos dimos.
Las vistas por el camino son una pasada. Con la ermita siempre al frente, la costa vasca se hace notar y no sabes a qué lado mirar. Con razón que haya sido escenario de Juego de Tronos (que por cierto no la hemos visto).
De verdad que este lugar nos encantó y si vais queremos que nos enseñéis una foto desde arriba 😊
Y este fue nuestro roadtrip por la costa vasca. Tres días en los que sólo buscamos relax y disfrutar del entorno.
¿Conocéis esta zona? ¡Contadnos en los comentarios!
Pues hace tiempo que tenemos ganas de perdernos por esta zona y nos habéis dado unas ideas buenísimas. Nos ha encantado el post! saludos!
Qué bien chicos!! Es una zona muy chula, desde luego os la recomendamos! Ya nos contaréis vuestra experiencia 🙂